En pleno encierro para evitar la propagación del maldito Coronavirus, llevaba varios días con unas chapatas, que ví en el Instagram de @dorcasencolorespasteles por la cabeza y hoy no me he podido resistir.
Son muy sencillas de hacer porque no requieren amasado y salen espectaculares.
Primero he deshecho 7 g. de levadura fresca en 450 g de agua del grifo y he incorporado 450 g de harina de fuerza. Se mezcla con una espátula, se cubre el bol con film y se deja que doble y se llene de burbujas. Éste es lo que se llama poolish.
Una vez que ha fermentado, unimos ese poolish con otros 300 g de harina de fuerza, 120 g de agua y 14 g de sal. Volvemos a mezclar con una espátula y cuando ya no podamos, metemos la mano. Ojo, es una masa muy pegajosa, no asustarse. Cuando la tengamos mezclada hacemos 5 pliegues en la masa, dejamos reposar 10 minutos, otra tanda de 5 pliegues, otros 10 minutos de reposo, 5 pliegues...así en 4 ocasiones, y se vuelca la masa en un molde rectangular enaceitado. Dejamos levar. Si se quiere, durante el levado (que será unas 2 horas, dependiendo de la temperatura de la cocina) se le puede hacer algún pliegue más.
Una vez que ha doblado, ponemos abundante harina en la mesa, volcamos la masa y la cortamos en 2 ó 3 partes.
El horno debe estar bien calente a 250°, con la bandeja dentro.
Pasamos las chapatas a un papel de horno y lo deslizamos en la bandeja ya caliente, hacemos vapor rociando agua sobre las paredes del horno y a los 10 minutos abrimos la puerta del horno para eliminar ese vapor. Seguimos horneando 25 minutos más. Si queremos una corteza extracrujiente, dejad las chapatas en el horno apagado otros 15-20 minutos más.
Os dejo el enlace a un vídeo de Iban Yarza para que veáis cómo es la textura de la masa y lo de los pliegues.
https://youtu.be/M0XMWfmdodw
Cuidaros mucho todos, juntos podemos vencer al Covid'19.